- Noticia: La inflación al consumidor durante la 1Q de enero creció 7.94% a/a, superando el 7.79% proyectado por GFB×+ y el 7.85% del consenso. El índice subyacente* se ubicó en 8.45%, también por arriba de nuestra previsión (8.29%) y la del consenso (8.32%).
- Relevante: La inflación anual general se aceleró y vio su mayor variación desde la primera mitad de noviembre, gracias a un mayor dinamismo en el índice subyacente -especialmente en los servicios- y en los energéticos -dado el repunte en los precios internacionales del petróleo-.
- Implicación: Prevemos que la variable se modere hacia adelante, pero manteniéndose fuera del rango de tolerancia del Banxico por un tiempo considerable. Además, se espera que la Fed ajuste algo más su postura monetaria. Con ello, proyectamos que el Banxico lleve la tasa objetivo a 11.00% en el 1T23.
La cuesta de enero
La inflación quincenal general y subyacente fue la mayor para una 1Q enero desde 2021 y 2014, respectivamente. Los componentes con mayor variación fueron las tarifas autorizadas y las mercancías alimenticias, cuyos precios típicamente se actualizan al inicio de cada año (“cuesta de enero”), así como los energéticos.
A nivel de genéricos, destacaron las alzas en servicios de preparación de alimentos, vivienda y educación; alimentos procesados y cigarrillos; gasolinas; y, tarifas eléctricas y de suministro de agua (ver Figura 1). Por el contrario, las bajas más relevantes fueron en servicios relacionados al turismo, tras concluir el periodo vacacional decembrino.
Servicios y energía explican aceleración en inflación anual
La inflación general vio su mayor variación anual desde la 1Q de noviembre pasado. Esto se explicó por un mayor dinamismo en el índice subyacente (ver Tabla 1), el cual repuntó después de tres quincenas a la baja. En particular, se aceleró el rubo de servicios (vivienda, distintos a educación y vivienda), el cual tiende a ser más sensible al desajuste en las expectativas de precios y a las presiones salariales. Por su parte, las mercancías –alimenticias y no alimenticias- se moderaron en el margen.
El índice no subyacente mostró pocos cambios, puesto que la desaceleración en productos agropecuarios fue compensada por el mayor dinamismo en energéticos, en línea con el repunte en los precios internacionales del petróleo, y en tarifas autorizadas.
Fin de alza en tasas podría estar cerca
Anticipamos que la variable seguirá moderándose, pero permaneciendo en niveles relativamente elevados y sólo volvería a ubicarse debajo del 4.00% a/a (límite superior del rango de tolerancia del Banxico) hasta inicios de 2025.
Factores de oferta y demanda seguirán contribuyendo a un menor dinamismo en los precios. Diversos choques de oferta continúan diluyéndose, reflejándose en menores cuellos de botella en la producción, la corrección en los precios de algunas materias primas y la normalización de los costos logísticos. Además, el tipo de cambio se ha apreciado recientemente. Sin embargo, la latencia de los conflictos geopolíticos implica la posibilidad de que vuelvan a afectarse las cadenas de suministro y la cotización de materias primas. Respecto a la demanda, anticipamos que el consumo se desacelere, por la dilución del poder adquisitivo y costos financieros más elevados.
Por otro lado, algunos componentes del índice subyacente, especialmente los servicios, podrían mostrar mayor renuencia a disminuir a lo previsto actualmente. Ello, debido a la contaminación de las expectativas precios, que puede surgir tras un periodo inflacionario prolongado, así como en función de las presiones salariales (salario mínimo 2023 +20.00%).
Ante una inflación todavía elevada y con un panorama algo incierto, y dado que se espera que la Fed siga subiendo las tasas de interés este año, estimamos que el Banxico lleve la tasa objetivo hasta 11.00% durante el 1T23. Esto, con el fin de anclar las expectativas de precios, evitar presiones cambiarias y, así, contribuir a que la inflación efectivamente continúe moderándose. Posteriormente, y sólo si la inflación evoluciona favorablemente, el Banxico podría comenzar a desligarse de la Fed y reducir la tasa de interés objetivo al cierre de 2023.