• Noticia: La inflación al consumidor durante la 1Q de septiembre creció 4.44% a/a, por debajo del 4.51% proyectado por GFB×+ (consenso: 4.48%). El índice subyacente* se expandió 5.78%, trivialmente arriba de nuestro estimado de 5.76% (consenso: 5.75%).
  • Relevante: La inflación anual para el índice general fue la menor desde marzo de 2021; el subyacente marcó un mínimo desde noviembre de 2021; el no subyacente también se desaceleró, pese a la menor caída en energía.
  • Implicación: Considerando el dato conocido hoy y la última guía futura presentada por el Banco de México, reforzamos la expectativa de que el Banco Central mantenga sin cambios la tasa objetivo la próxima semana.

Inflación quincenal: Baja energía, sube educación

La inflación quincenal general y subyacente creció 0.25 y 0.27%, respectivamente, ambas registrando su menor variación para un 1Q de septiembre desde 2020.

A la baja, destacaron los precios de energéticos, donde la caída en gas natural compensó el aumento en electricidad y gasolinas -presionadas por mayores precios internacionales del petróleo-; y, el descenso en servicios profesionales, el cual es consistente con su comportamiento estacional. Al alza, sobresalieron servicios educativos, lo que típicamente se observa al inicio del ciclo escolar (agosto-septiembre).

Inflación anual en mínimos desde marzo 2021

La inflación general anual se desaceleró por novena lectura al hilo y marcó un mínimo desde la 1Q de marzo 2021.

El índice subyacente hiló 15 lecturas a la baja y creció a su menor ritmo desde noviembre de 2021. Aunque todavía muestra variaciones altas, el rubro de mercancías sigue explicando en mayor medida la desaceleración del subyacente, reflejo de la dilución de los choques de oferta que tuvieron lugar en años previos y de la apreciación cambiaria. El apartado de los servicios volvió a exhibir una moderación marginal. Los servicios distintos a vivienda y educación todavía muestran variaciones atípicamente elevadas, y su desaceleración en esta lectura fue en parte compensada por los repuntes en vivienda y educación, que tienden a tardar más en actualizarse.

El índice no subyacente se desaceleró pese a una menor caída en energéticos, y su variación interanual sigue siendo muy baja.

Banxico seguirá en pausa durante septiembre

Proyectamos que, debido a una base comparativa menos favorable y al reciente repunte en los precios del petróleo, la inflación interanual se acelere en el 4T. Posteriormente, retomaría su tendencia descendente. No obstante, derivado de la renuencia a disminuir en algunos componentes, esta volvería al rango de tolerancia del Banxico (3% +/- 1%) hasta el 1T25.

La continua dilución de los choques de oferta acumulados en años pasados, la apreciación del peso mexicano y la expectativa de menores presiones de demanda –aunque el consumo privado ha sido más resiliente a lo esperado- contribuirán a que la inflación subyacente, especialmente las mercancías, mantenga una tendencia descendente. Por otro lado, el componente de servicios seguiría exhibiendo cierta renuencia a bajar, ante las distorsiones en los procesos de formación de precios y las presiones salariales, que típicamente surgen tras un prolongado periodo inflacionario. Finalmente, la formación de eventos climáticos (fenómeno “El Niño”) y el incremento en los precios internacionales del petróleo (recorte producción A. Saudita y Rusia) podrían ocasionar una reversión parcial en la inflación no subyacente.

El dato de hoy quedó apenas debajo de lo esperado, pero la inflación subyacente se ubicó apenas arriba de lo previsto. Así mismo, en su Reporte Trimestral, el Banxico reiteró que “se requiere mantener la tasa objetivo en su nivel actual por un periodo prolongado”. Por ello, reafirmamos nuestra expectativa de que el Banco Central mantenga sin cambios el referencial la próxima semana. Así mismo, aunque no es nuestro escenario central, consideramos que ha aumentado la posibilidad de que se postergue el inicio del ciclo de bajas en la tasa de interés hasta el 1T24.