• Noticia: Hace unos momentos, el Inegi publicó el dato de las ventas minoristas para octubre, el cual creció 3.4% a/a con cifras originales, y 0.8% m/m con cifras ajustadas por efectos estacionales.
  • Relevante: El indicador rebotó mensualmente luego de tres lecturas consecutivas en contracción. Al interior, crecieron 15/23 categorías, con algunos rubros discrecionales liderando el avance mensual. En su comparativa anual, el indicador se aceleró.
  • Implicación: En los próximos meses, el consumo podría exhibir cierta solidez, en gran medida apoyada por el bajo desempleo. Posteriormente comenzará a perder tracción, en un contexto de desaceleración económica generalizada. Además, el gasto de los hogares seguirá comprometido por la elevada inflación y por los costos restrictivos del financiamiento.

Termina racha negativa

Con cifras originales y a tasa anual, creció 3.4%, su mayor expansión desde julio. La variable logró acelerarse aún a pesar de contar con un sábado menos respecto al mismo mes del 2022.

Con cifras ajustadas y a tasa mensual, rebotó tras debilitarse entre julio y septiembre. Al interior, crecieron 15/23 componentes, seis más que en septiembre. Destacó el repunte en diversas categorías discrecionales: departamentales, muebles, cómputo, autos, en línea y artículos de esparcimiento. La excepción fue ropa y calzado.

Consideramos que la caída en la tasa de desocupación, que bajó a 2.6% en el mes (mínimo histórico) favoreció a la actividad comercial. La moderación en la inflación también ayudó, pues pasó a 4.26% a/a, su menor variación desde febrero de 2021, aunque sigue elevada. Lo anterior habría eclipsado los efectos del ligero deterioro en la confianza del consumidor y la pérdida del poder adquisitivo de las remesas en pesos (-1.2% a/a).

Frío invierno para el consumo

El comercio mostraría cierta resiliencia en el corto plazo, aún soportada por los bajos niveles de desempleo. Posteriormente, estimamos que perdería algo de brillo, principalmente en aquellos segmentos más discrecionales. Ello, debido a que prevemos que la actividad económica se desacelere entre el 4T23 y el 1T24, lo que restaría fuerza al empleo y la confianza de los hogares. Además, la inflación se desaceleraría más lentamente, erosionando el poder adquisitivo de las familias, que además enfrentarán costos crediticos elevados, pese a que comenzarían a disminuir el próximo año.