• Noticia: Este jueves 18 de diciembre, el INEGI publicó el dato de ventas minoristas correspondiente al mes de octubre de 2025, el cual creció 3.5% a tasa anual con cifras ajustadas por estacionalidad, y exhibió una variación mensual de 0.4%.
  • Relevante: El crecimiento año contra año reflejó en parte una baja base de comparación. La variación mensual reflejó cierta estabilización en tiendas departamentales, abarrotes y gasolinas, y una reversión parcial en las ventas en línea, conforme se diluyó el efecto de la fuerte temporada de lluvias.
  • Implicación: El consumo privado podría sostener un avance moderado, en un contexto de caída en remesas, aumento en la inflación y menor confianza del consumidor, acompañado por el crecimiento salarial y menores costos financieros.

Gráfica 1. Índice de ventas minoristas (2018 = 100)*

¿Caminando o arrastrándose?

En octubre, los ingresos por ventas minoristas aumentaron 3.5% a/a, con cifras ajustadas por estacionalidad, acelerándose respecto al 2.4% del mes anterior. A tasa mensual, registraron un ligero incremento de 0.4%, retomando la tendencia positiva observada en los meses previos a septiembre, cuando se estancaron.

El análisis por categorías sugiere un balance contrastante entre consumo discrecional y básico. En términos anuales, el componente discrecional mostró un mejor tono, impulsado por rubros asociados a bienes durables y al canal digital; sin embargo, el desempeño fue heterogéneo, con rezagos en segmentos de esparcimiento y otros rubros no esenciales. Por el lado del consumo básico, el avance en salud aportó soporte, pero éste fue insuficiente para compensar la debilidad persistente en alimentos y abarrotes. Cabe matizar que la comparación anual se realiza contra una base baja de octubre de 2024, por lo que parte del repunte anual debe interpretarse con cautela. En el margen, la lectura mensual apunta a un reacomodo tras los efectos de las lluvias de meses previos: se observó estabilización en autoservicio/departamentales y abarrotes, mientras que el canal en línea perdió tracción —consistente con una normalización del patrón de gasto hacia compras presenciales tras el impulso extraordinario observado en meses anteriores—.

Si bien el ingreso laboral de los hogares pudo verse limitado por la baja generación de empleo y la caída en remesas, este se ha sostenido gracias al aumento en los salarios. Además, la inflación se moderó algo en octubre. Si bien lo anterior representa un contexto algo apretado para el consumo privado, este parece retomar cierto dinamismo al inicio del cuarto trimestre.

Dando paso al 4T

Durante el cierre del año, consideramos que el consumo privado puede apoyarse en factores como el bajo desempleo, el crecimiento salarial y menores costos financieros. Por otro lado, asumimos que el gasto de los hogares todavía enfrentará algunos frenos, por la ralentización en la generación de empleos formales, la caída sostenida de las remesas, así como un contexto de incertidumbre económica que se puede reflejar en la confianza de las familias. Estas condiciones podrían limitar principalmente al consumo discrecional.