• Noticia: Esta mañana, el Inegi publicó el dato de las ventas minoristas para enero, el cual creció 5.3% a/a con cifras originales, y 1.6% m/m con cifras ajustadas por efectos estacionales.
  • Relevante: La variable hiló su segunda expansión mensual consecutiva, se aceleró respecto al dato anterior, e incluso anotó su mayor avance desde marzo de 2021. Así, se ubicó 4.2% arriba de sus niveles prepandémicos. Por categorías, 18 de 22 lograron crecer, siete más que en diciembre, con algunos rubros discrecionales a la cabeza.
  • Implicación: A pesar de la de resiliencia que exhibió a inicios de año, la variable comenzaría a enfriarse a partir del 2T23, debido a que la inflación permanecerá elevada, el costo del financiamiento seguirá siendo restrictivo, y, en general, por la desaceleración económica generalizada, tanto en México (empleo, confianza), como en EE. UU. (envío de remesas).

Comercio inicia el pie con el pie correcto

Con cifras originales, el indicador se aceleró  de 2.5 a 5.3%, su mayor alza interanual en 12 meses, a pesar de contar con un sábado menos vs enero 2022.

Con cifras ajustadas, vio su mayor expansión mensual en 23 lecturas. Con ello, se situó 4.2% arriba de sus niveles prepandémicos. Al interior, 18 de 22 categorías crecieron mensualmente, siete más que el mes anterior. Dentro de las alzas, destacaron algunos rubros discrecionales (autos, telefonía y cómputo, ropa y calzado).

El consumo sigue estando respaldado por la evolución favorable en el empleo: la tasa de desocupación disminuyó en enero a 2.9%, su menor nivel desde que se cuenta con la serie actual (2005). Además las remesas crecieron 12.5% a/a. Lo anterior logró contrarrestar el efecto negativo sobre el poder de compra de los hogares de una mayor inflación (7.91% a/a).

Fuerza del consumo podría menguar a mediados de año

En 2023, el crecimiento del comercio sería más modesto que el del año anterior. Por un lado, la inflación y el alza en tasas de interés serán un factor limitante, al erosionar el poder de compra de los hogares y encarecer el costo de los financiamientos. Por su parte, estimamos que el mercado laboral comience a mostrar menos solidez, en línea con la desaceleración económica prevista, especialmente entre el segundo y tercer trimestre del año. Esto último también podría afectar la confianza de los consumidores. Por último, un menor dinamismo en la economía y el empleo en los EE. UU. implicaría un menor dinamismo en las remesas.