Premio” a inversionistas

La Reserva Federal (Fed) decidió hoy (ver: Eco Fed) dejar el rango objetivo para los fondos federales en 5-5.25%, con lo que el diferencial Banxico-Fed quedó en 600 pb. Este diferencial de tasas, la estabilidad fiscal y la posición externa del país hacen atractiva la inversión en pesos.

Sólida posición externa de México

El déficit de la cuenta corriente en 2022 bajó a 0.9% del PIB, menor al promedio 2015-2019 (1.9%), pues parte del déficit por el comercio de bienes fue financiado por la fuerte captación de divisas por remesas y turismo. Además, las reservas internacionales del Banxico (203 mmdd) cubren casi cuatro meses de importaciones.

Consecuencias indeseables del “súper peso”

El tipo de cambio real efectivo se ha apreciado en los últimos dos años, y, en abril pasado, quedó ligeramente arriba del promedio histórico 1995-2022, restando competitividad a las exportaciones mexicanas.

Tipo de cambio rebotaría algo en próximos trimestres

Ello, bajo el supuesto de que se reduzca próximamente el diferencial de tasas Banxico-Fed. Incluso, la mediana de proyecciones de los miembros del Comité de la Fed, que acompañó al anuncio de política monetaria de hoy, apunta a que la tasa objetivo cerraría 2023 50 pb. por encima de su nivel actual.

Además, una recesión global –prevista entre el 3T23 y el 4T23- generaría aversión al riesgo en mercados financieros, lo que típicamente afecta el desempeño de activos denominados en monedas emergentes. Al mismo tiempo, prevemos que el enfriamiento económico en los EE. UU. impacte negativamente las cuentas externas de MX (exportaciones, remesas, inversión extranjera).

Por último, las elecciones presidenciales de 2024 en MX y los EE. UU. pueden producir volatilidad adicional.

Con todo ello, todavía estimamos que el tipo de cambio repunte próximamente, pero recortamos nuestro estimado para cierre de 2023 y 2024, a un rango de $18.40-$18.70 y $19.70-$20.00, respectivamente.