• Noticia: La inflación al consumidor durante abril creció 3.93% a tasa anual, por encima de nuestra previsión de 3.86% y el 3.90% del consenso. El índice subyacente* se expandió 3.93%, también superando nuestro pronóstico (3.89%) y el del consenso (3.92%).
  • Relevante: La inflación interanual creció por tercer mes, pero se mantuvo debajo del 4%. El índice subyacente se presionó, tanto por el lado de mercancías como por el de los servicios, si bien estos últimos reflejaron distorsiones asociadas al feriado por la Semana Santa.
  • Implicación: La sorpresa en el dato de esta mañana y los retos sobre el panorama inflacionario sugieren que la restricción monetaria debe recalibrarse con cautela. No obstante, BANXICO en su último comunicado reitero el tono laxo en su guía prospectiva.

Inflación mensual: Subsidio a la luz, efecto Semana Santa

El crecimiento superó al del mismo periodo de 2023 y 2024. Destacaron avances en mercancías alimenticias (otros alimentos cocinados) y no alimenticias (detergentes, crema para piel, autos), así como en servicios distintos a vivienda y educación, especialmente aquellos relacionados con el turismo (transporte aéreo, paquetes turísticos) debido al feriado por Semana Santa.

Variación interanual: Presión en subyacente

La variación interanual del índice general se aceleró por tercer mes al hilo y quedó en su mayor nivel en el año, si bien se mantuvo abajo del 4%.

El subyacente se aceleró a máximos desde agosto pasado. El apartado de mercancías continúa presionándose, en parte por una baja base de comparación, y en parte por un contexto de depreciación cambiaria. Los servicios venían moderándose en línea con la debilidad en la actividad económica, si bien aún presentan tasas de crecimiento muy superiores a su promedio histórico, reflejo del aumento en costos laborales. En esta lectura se observó un repunte, específicamente en aquellos distintos a educación y vivienda por el hecho de que este año la Semana Santa se celebró después que en 2024, lo que se deberá de revertir en mayo.

El índice no subyacente se moderó ante la desaceleración en productos agropecuarios, que eclipsó al repunte en energía.

Panorama inflacionario es complicado pese a debilidad económica

Prevemos que el crecimiento interanual en el índice nacional de precios al consumidor (INPC) cierre el año ligeramente debajo de los niveles actuales. Dicho lo anterior, reconocemos que prevalecen riesgos al alza y ha aumentado la incertidumbre sobre el panorama.

En principio, el bajo crecimiento económico este año ejercerá presión a la baja sobre los precios. Si bien esto sería más evidente en el rubro de los servicios, estos mantendrían una variación superior a su promedio histórico derivado de las presiones salariales acumuladas en los últimos años, que no han sido acompañadas por un aumento en la productividad laboral. Por su parte, el rubro de las mercancías puede extender su reciente repunte, por una baja base comparativa y ante la depreciación cambiaria. Asimismo, no pueden descartarse nuevos choques en el índice no subyacente a raíz de las tensiones geopolíticas y condiciones climáticas adversas. Finalmente, las políticas comerciales proteccionistas en los EE. UU. representan – en el mejor de los casos – un foco adicional de incertidumbre.

El contexto actual requiere prudencia al ajustar la magnitud de la restricción monetaria. Aunque la inflación este año se ha mantenido debajo del 4%, esta se aceleró recientemente y en esta lectura sorprendió al alza. Además, su panorama es complejo. Lo anterior sugiere que la postura monetaria debe ajustarse con cautela. No obstante, en su última reunión de política monetaria, el Banco Central decidió por unanimidad recortar en 50 pb. la tasa objetivo y reiteró en su guía prospectiva que quizás vuelva a contemplar ajustes similares.