• Noticia: En marzo, la ventas minoristas de INEGI crecieron 1.6% a/a, sumando tres meses consecutivos de expansión. En el primer trimestre del año promediaron 1.6%, superando el 0.1% alcanzado durante el mismo periodo de 2018. Mensualmente se contrajeron 0.2% en cifras ajustadas por estacionalidad.
  • Relevante: En marzo tuvo lugar un efecto calendario adverso: la Semana Santa del año anterior se llevó a acabo en dicho mes, provocando una difícil comparación para el indicador en 2019; un domingo adicional en marzo de 2019 no compensó dicho efecto. Pesó en el indicador una caída en el comercio de abarrotes y alimentos (-0.7% a/a).
  • Implicación: El comercio minorista podría mantener un desempeño positivo en los próximos meses, aunque menor al observado en años previos, sujeto a la evolución de algunas variables económicas relacionadas al consumo privado, como la inflación, el desempleo y las remesas.
Efecto Calendario Por Semana Santa

La tasa de crecimiento anual del indicador mostró una moderación en marzo respecto a febrero (1.6% vs. 2.5%). En la última lectura tuvo lugar un efecto calendario por la celebración de la Semana Santa, que tuvo lugar en marzo de 2018 y en abril de 2019; además se contó con un domingo adicional en el tercer mes de este año en relación al año pasado. Descontando dicho efecto, la cifra ajustada por estacionalidad, confirma una desaceleración en el índice, al pasar de 2.5% a 0.7% a/a.

Variables Limitan Consumo

Entre los factores adverso para el comercio minorista en marzo destacamos el detrimento en la tasa de desempleo (alcanzó su nivel más alto desde 2016), mientras que la inflación rebotó ese mes a 4.0% a/a, deteriorando el poder adquisitivo de los hogares. Adicionalmente, la confianza del consumidor registró un retroceso en el mes en cuestión respecto a febrero, aunque aún se mantiene en niveles más altos que los observados en años pasados.

Consumo  2019: Moderado Pero  Positivo

Consideramos que el consumo seguirá presentando un crecimiento modesto en los próximos meses, aunque mantendrá un tono positivo. Consideramos que la variable se encuentra en una fase tardía de su ciclo de expansión; además, podría presionarse en función del deterioro en la tasa de desocupación. Por el otro lado, una recuperación de los salarios, así como una moderación en la inflación, y un continuo crecimiento del crédito al consumo podrían dar soporte a la variable.