• Noticia: El INEGI reveló hoy el Índice de Actividad Industrial para marzo, el cual creció 2.6% a/a, por encima del 2.4% esperado por GFB×+ y del 2.1% por parte del consenso. A tasa mensual y con cifras ajustadas, se expandió 0.4%.
  • Relevante: Devolvió parte de la caída de febrero, gracias al rebote en la construcción y en la generación, transmisión y distribución de electricidad, agua y gas, mientras que la minería volvió a caer y la manufactura vio su primer descenso en seis lecturas. Así, la producción total quedó 1.7% debajo de niveles pre-covid.
  • Implicación: Pese a revisarse a la baja, se espera que la economía estadounidense crezca arriba de su potencial este año, lo que dará soporte a la exportación manufacturera; por otro lado, los cuellos de botella en la producción y los bajos niveles de inversión limitarán el ritmo de expansión de la actividad industrial mexicana.

Rebota en marzo: No alcanza para cubrir caída de febrero

A tasa anual, se aceleró de 2.4 a 2.6%. Mes a mes y con cifras ajustadas, la producción devolvió parte de la caída de febrero (-1.2%), al crecer 0.4%, mas esta sigue debajo de niveles pre-covid (-1.7%). Al interior, las mejoras en la construcción y en la generación, transmisión y distribución de electricidad, agua y gas compensaron  la debilidad en la minería y la manufactura.

  • Minería (-1.3% a/a, -0.6% m/m). Hiló dos lecturas en descenso mensual (-6.4% ant.). Los componentes petrolero y no petrolero retrocedieron en esta ocasión, pese al incremento en precios del petróleo y metales.
  • Construcción (+3.0% a/a, +3.7% m/m). Borró la caída de febrero (-1.6% m/m), gracias al repunte en todos sus componentes: edificación +4.4%, obra civil +1.7%. No obstante, se mantiene como la industria más rezagada respecto a niveles pre-pandemia (-8.8%).
  • Manufactura (+3.6% a/a, -0.2% m/m). Primer descenso mensual en seis lecturas, pero sigue 1.5% arriba de lo visto a inicios de 2020. El regreso parcial en industrias alimentaria, química y de aparatos eléctricos eclipsaron el primer avance en tres lecturas de eq. de transporte.

Obstrucciones en proveeduría no se irán rápidamente

Aunque la expectativa de crecimiento mundial y en los EE. UU. se revisó a la baja, todavía se espera que la economía norteamericana se expanda arriba de su potencial en 2022 y 2023, lo que apoya al panorama para la exportación manufacturera mexicana. Además, se espera que, en los próximos años, el reacomodo industrial, detonado por la pandemia y el T-MEC, beneficie a la industria en MX.

Sin embargo, las restricciones en la producción estarán vigentes en el corto plazo, pues los últimos confinamientos en CHI y la extensión del conflicto en UKR agudizaron la escasez de insumos. Posteriormente y de forma gradual, asumimos que los cuellos de botella irán cediendo.

Los bajos niveles de inversión fija bruta serán un limitante para la producción industrial, especialmente en la rama de la construcción, que esperamos que permanezca como la más rezagada. Ello en línea con un entorno de incertidumbre económica mundial (efectos de las tensiones geopolíticas y del endurecimiento monetario) y local (políticas aplicadas a sectores clave, como el energético), así como producto de las presiones inflacionarias y el incremento en las tasas de interés.