• Noticia: Hoy, el Ejecutivo entregó al Congreso el Paquete Económico 2024, que incluye los Criterios Generales de Política Económica (CGPE), la Iniciativa de Ley de Ingresos (ILIF) y el Proyecto de Presupuesto de Egresos (PPEF).
  • Relevante: Último Paquete de la administración en turno. Las prioridades del Paquete son similares a las de años previos: programas sociales, inversión en obras insignia y responsabilidad fiscal. Los ingresos crecerán poco, donde el alza en los no petroleros se explica por el crecimiento económico, pero los petroleros se verán disminuidos por menores precios del crudo. Por su parte, se estiman crecimientos en el gasto programable y no programable. Así, se produciría un mayor déficit y nivel de endeudamiento.
  • Implicación: Aunque la proyección para el PIB y la plataforma petrolera parecen ambiciosas y pudieran producir una sobrestimación de los ingresos, consideramos que ello sería compensado por una previsión conservadora para los precios del petróleo y para el costo financiero.

En el documento, se hace expresa la importancia que tienen para la presente administración los apoyos sociales y las obras de infraestructura en el Sureste del país, así como una política de responsabilidad hacendaria.

Para 2024, con relación a los Pre-Criterios, la SHCP estima un mayor crecimiento del PIB (ver Tabla 1), citando el buen dinamismo esperado para el consumo y la inversión –pública y privada, estímulos fiscales (e.g. proyectos Istmo de Tehuantepec) y una menor incertidumbre para el sector externo. Por otro lado, estima una desaceleración más veloz en la inflación, pero una menor baja en las tasas de interés. El pronóstico del tipo de cambio se recortó, por los sólidos fundamentos macroeconómicos, el alto diferencial de tasas de interés, y la estabilidad fiscal, política y social. Para los precios del petróleo, se estima un descenso similar que en los Pre-Criterios, afectados por la debilidad en la demanda mundial, especialmente de China, pero se elevó el pronóstico de la plataforma petrolera.

Se estima que los ingresos (7.3 bdp) crezcan 0.8% a tasa real, impulsados por los no petroleros, que a su vez reflejan el crecimiento del PIB y menores estímulos a gasolinas. Así, se compensaría el descenso en ingresos petroleros, por menores precios estimados del crudo.

Se prevé que el gasto (9.0 bdp) crezca 7.8% real, con alzas en el programable y el no programable. En el primero, se sigue notando la concentración y presión en el rubro social (pensiones, becas), y se priorizará la inversión para concluir las obras insignia (refinería, tren, corredor interoceánico). En el segundo, el alza se explica por el costo financiero.

Así, se produciría un déficit presupuestario y primario por 1.7 y 0.4 bdp, respectivamente, superando lo previsto para 2023. El nivel de endeudamiento (SHRFSP) como razón del PIB subiría de 46.5% en 2023 a 48.8% en 2024.

Riesgos parecen limitados para estabilidad fiscal

Consideramos altamente probable que la administración mantenga cierta estabilidad fiscal en su último año de gobierno. Podría argumentarse que es posible que la SHCP esté sobrestimando los ingresos para el próximo año, ya que crecimiento del PIB se encuentra muy por encima de nuestras previsiones y las del consenso de analistas, y la plataforma petrolera considerada es ambiciosa. Sin embargo, ello podría compensarse por la posibilidad de un excedente petrolero, puesto que el precio de la mezcla presentado está muy por debajo de lo inferido en los futuros; y por una sobrestimación del costo financiero, derivado de que se estima que las tasas de interés bajen muy poco el próximo año.

Aunado a la estabilidad fiscal, el país cuenta con un banco central autónomo, una sólida posición externa, y una economía relativamente grande y diversificada. Por lo tanto, en ausencia de sorpresas, se vislumbra poco probable que el perfil crediticio del soberano pierda el grado de inversión el próximo año. Esto, incluso considerando la previsión de un ligero incremento en el nivel de endeudamiento.

Entre los factores de riesgo sobre el panorama para las finanzas públicas, se encuentran: que se materialice una recesión en los EE. UU., debilitando al crecimiento del PIB en México y, con ello, los ingresos del Gobierno Federal; presiones al gasto por los programas sociales, sobrecostos de obras insignia y más apoyos a paraestatales; relajación de la disciplina fiscal ante el ciclo político-electoral; y un menor descenso en la inflación y en las tasas de interés (costo financiero).