Efecto de apretamiento monetario global en 2023.
Estimamos un crecimiento del PIB en 2023 de 0.8%. Está marcada desaceleración se explica por los efectos de la dilución del efecto reapertura, la erosión del poder adquisitivo, altos costos financieros, y la expectativa de una recesión económica global y en los EEUU. Por otro lado, las inversiones asociadas al nearshoring y al T-MEC ofrecerán resiliencia a la economía mexicana.
Inflación cedería; atención a renuencia en subyacente.
La inflación se desaceleraría, pero se mantendría fuera del rango de tolerancia del Banxico, al menos, hasta finales de 2024. Especialmente, la inflación subyacente mostraría renuencia a disminuir, por la contaminación de las expectativas de precios, presiones salariales, etc.
Banxico cerca de fin de ciclo de alza en tasas.
Ante el panorama retador para la inflación y las acciones de la Fed, estimamos que Banxico lleve la tasa objetivo hasta 11.00% en el 1T23. Posteriormente, si la inflación lo permite, el Banxico podría comenzar a desligarse ligeramente respecto a la Fed e, incluso, emplearía algunos recortes en la tasa objetivo hacia cierre de año.
MXN vulnerable ante desligue Banxico-Fed.
El menor diferencial entre las tasas de interés pagadas en MXN vs. USD, la volatilidad asociada a la recesión económica global, la desaceleración en la captación de divisas por concepto de remesas, y otros factores, ejercerían algo de presión en el tipo de cambio en 2023.
Actividad resentiría más inflación y ajuste monetario en 2023
Revisamos nuestra previsión de crecimiento del PIB para 2022 de 2.3% a 3.0%, incorporando la información del 3T, la cual superó nuestras previsiones. Para 2023, mantenemos la proyección en 0.8%, ya que tendrá lugar un menor efecto por la normalización del gasto y cadenas de suministro, mientras que la inflación impactará al poder de compra de hogares y empresas. Asimismo, las altas tasas de interés generarán mayores costos financieros y la recesión en los EEUU impactaría al motor externo. Por otro lado, continuarán los flujos de inversión por el nearshoring y el T-MEC.
Sin efecto reapertura, una elevada inflación y el encarecimiento de créditos, el consumo privado se desaceleraría. El efecto reapertura finaliza este año, impulsando principalmente al gasto en servicios. Sin embargo, este prácticamente desaparecerá el siguiente año. Además, la inflación, aunque moderándose, seguiría elevada, mermando el poder adquisitivo de los hogares. Por su parte, prevemos que las tasas de interés subirán hasta inicios de 2023, lo que repercutirá en el costo de los créditos para el consumo. Finalmente, la desaceleración económica en MX y los EEUU tendría implicaciones negativas sobre el empleo y en las remesas.
La inversión fija bruta seguiría en niveles relativamente bajos. El encarecimiento del financiamiento y la menor confianza económica impactarían negativamente a la inversión privada. Por su parte, suponemos que el gasto de capital público seguirá acotado a unas cuantas obras insignia; recursos destinados a otras obras podrían verse comprometidos si los ingresos públicos son menores a lo previsto y/o si aumentan las presiones al gasto por programas sociales, apoyos a Pemex y sobrecostos de obras insignia, dado que el presupuesto 2023 se realizó con algunos supuestos optimistas.
Un menor crecimiento económico en los EEUU –nuestro mayor socio comercial– impactará a MX a través de diversos canales. El apretamiento monetario por parte de la Fed ha comenzado a afectar algunos sectores de la economía estadounidense, como el de la construcción. El efecto de las acciones de la Fed será más visible el próximo año, incluso el banco central adelantó en su reunión de diciembre pasado que el rango del rendimiento de los fondos federales seguirá subiendo hasta 5.00-5.25% (hoy en 4.25-4.50); y las tasas no bajarían hasta 2024. Lo anterior afectaría a nuestro país a través de varios canales, principalmente: i) Condiciones financieras más astringentes; ii) Menor dinamismo en las remesas y; iii) La desaceleración en las exportaciones.
El T-MEC y el nearshoring beneficiarán a MX en los próximos años. La implementación del acuerdo comercial implica reglas de origen más estrictas en industrias como la automotriz. Tras la pandemia y para evitar ser afectados por las disputas sino-americanas, más industrias norteamericanas han buscado hacer más resilientes sus cadenas de suministro y depender menos de proveedores ubicados en regiones remotas (e.g. Asia), algunos de los cuales podrían reubicarse en MX. Esto ya se ha comenzado a observar en flujos de Inversión Extranjera Directa y podría generar una mayor participación de las importaciones de productos mexicanos en los EEUU.
Inflación cediendo lentamente; Banxico menos agresivo
Proyectamos que la inflación cierre 2022 en 7.90% y se desacelere hasta 4.80% en 2023, pero que no vuelva al rango de tolerancia del Banxico (3% +/- 1%) hasta finales de 2024. Menores precios de materias primas y el suavizamiento de los cuellos de botella en la producción, más ante el fin de la política “cero covid” en CHI, ayudarían a que se desacelere la inflación general. Sin embargo, estimamos que la inflación subyacente, especialmente los servicios, muestre una importante resistencia a disminuir, entre otros, ante la contaminación de las expectativas y los procesos de formación precios, y las presiones salariales. El panorama para la inflación es todavía incierto y con riesgos al alza.
La Fed seguiría ajustando su política monetaria, presionando la postura relativa del Banxico. Recientemente Banxico ha procurado un diferencial de ~600 pb. contra la Fed, evitando que el tipo de cambio se deprecie y se presente un choque inflacionario adicional.
Ante un panorama retador para la inflación y las acciones de la Fed, estimamos que Banxico lleve la tasa objetivo hasta 11.00% en el 1T23. Sólo si la inflación evoluciona favorablemente, el banco central mexicano podría desligarse ligeramente de la Fed y comenzar a disminuir las tasas de interés a fines de 2023, cerrando entre 10.25 y 10.50%.
Presión en MXN por desligue Banxico-Fed
La estabilidad macroeconómica y una tasa de interés atractiva favorecen la cotización del MXN en el c/p, más surgirían presiones. Asumimos que la calificación crediticia del Gobierno Federal mantendrá el Grado de Inversión los próximos 12 meses, en función de: un nivel de endeudamiento acotado (49.4% PIB esperado para 2023, de acuerdo con los CGPE de la SHCP); el compromiso de la administración con la estabilidad fiscal; una posición externa relativamente sólida; la credibilidad del banco central; y, una economía grande y diversificada. No ignoramos algunos riesgos al respecto, como la necesidad de más apoyos a Pemex y un bajo crecimiento económico. Por su parte, estimamos que la tasa objetivo de Banxico mantenga un diferencial contra la Fed de 600 pb. a inicios del año, aunque, como se mencionó arriba, dicho diferencial se acotaría ligeramente. Por otro lado, la entrada de divisas por la captación de remesas perdería fuerza a causa del enfriamiento de la economía estadounidense. Así mismo, no descartamos que el tipo de cambio se vea afectado por episodios de volatilidad y aversión al riesgo, ante la materialización de una recesión económica global.
Con todo ello, estimamos que el USDMXN cierre 2023 en P$20.7, lo que implica una modesta depreciación respecto a nuestra previsión de cierre de 2022 ($19.8).