- Noticia: El INEGI publicó esta mañana el Índice de Actividad Industrial para enero, el cual creció 2.8% a/a, más a lo previsto por GFB×+ (3.3%) y menos a lo esperado por el consenso (2.4%). A tasa mensual y con cifras ajustadas, se estancó.
- Relevante: La industria se estancó al inicio de 2023 y se mantuvo 0.6% arriba de niveles pre-covid, después de los sólidos avances vistos en el 4T22. La construcción fue la única rama que retrocedió mes a mes; el resto logró expandirse.
- Implicación: Aunque la demanda externa y local parece mostrar más resiliencia a la esperada, se anticipa que más adelante resienta el efecto de la inflación y el apretamiento monetario, impactando el dinamismo de la producción industrial.
Debilitamiento no generalizado
A tasa anual y con cifras originales, la industria se desaceleró de 3.0 a 2.8% en el primer mes de 2023. A tasa mensual y con cifras ajustadas, después de crecer a un promedio de 0.5% en el 4T22, la actividad bajó marginalmente (-0.01% m/m), pero se mantuvo 0.6% arriba de niveles pre-covid. Esto sucedió pese al repunte durante el mes en las exportaciones y en la plataforma petrolera. La construcción fue la única rama que retrocedió mes a mes.
- Minería (-3.5% a/a, 0.2% m/m). Aunque se desaceleró respecto al 1.0% previo, sumó dos lecturas creciendo a tasa mensual. El impulso vino por el segmento petrolero -la extracción de crudo repuntó a 1,584 mbd- y el no petrolero –en línea con mayores precios del metales-.
- Construcción (3.0% a/a, -1.0% m/m). Este retroceso vino antecedido por sólidos avances entre septiembre y diciembre pasados. Edificación creció por quinta ocasión al hilo; obra civil y trabajos especializados se debilitaron.
- Manufactura (4.8% a/a, 0.7% m/m). Se aceleró respecto al 0.5% previo y vio su mayor expansión mensual desde julio, en línea con el repunte en las exportaciones. Es la única industria por encima de niveles pre-covid (+5.3%). Los avances en las industrias alimentarias, bebidas y tabaco, ropa, derivados del petróleo, muebles, y aparatos eléctricos, compensaron los retrocesos en eq. de transporte, maquinaria y equipo, y metálica básica.
Acecha expectativa de debilitamiento en la demanda
En el corto plazo, la dilución de obstrucciones en cadenas de suministro –aunque cada vez en menor magnitud-, junto una economía global más resiliente a lo esperado, soportarán el panorama para la actividad industrial.
Sin embargo, todavía se anticipa que la demanda externa -especialmente desde los EE. UU.- e interna comience a mostrar fragilidad en adelante, en función de la erosión del poder adquisitivo, el apretamiento monetario y un entorno económico más incierto. Así, con base en la pérdida de vigor en exportaciones, consumo e inversión, prevemos una desaceleración en la actividad industrial durante 2023.
Por otro lado, esta desaceleración se vería contenida bajo el supuesto de que, en los próximos años, MX se beneficie del proceso de reagrupamiento de la industria norteamericana. Esto, en la medida en las empresas buscan: i) cadenas de suministro más resilientes y próximas a los centros de consumo; ii) evitar afectaciones por las disputas sino-americanas; y, iii) cumplir con las reglas de origen del T-MEC (más estrictas que las del TLCAN).